¿Un Cachorro tranquilo? Comienza por el intestino...
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Existe un vínculo bien establecido entre la salud intestinal y la salud emocional y psicológica en los animales, al igual que en las personas.
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Los microbios en el intestino de tu perro influyen en su estado de ánimo y comportamiento, y lo que le das de comer puede tener un impacto significativo en su salud intestinal.
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Los alimentos ultraprocesados para mascotas pueden crear un desequilibrio en el microbioma intestinal de tu perro, lo que potencialmente puede conducir a problemas de comportamiento como ansiedad, agresión y miedo.
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Alimentar a tu perro con una dieta apropiada para su especie, fresca, variada y nutricionalmente equilibrada, es la forma más poderosa de apoyar su microbioma intestinal y, a su vez, su bienestar emocional.
Nuestro enfoque para el cuidado de mascotas se basa en la creencia de que la salud y la vitalidad óptimas se logran a través de una nutrición apropiada para la especie, un estilo de vida activo y un entorno enriquecedor. Este enfoque no solo se aplica a la salud física, sino que también juega un papel crucial en el bienestar emocional y psicológico de tu perro.
La Conexión Intestino-Cerebro en los Perros
Quizás hayas oído hablar del "eje intestino-cerebro". Es una red de comunicación bidireccional que conecta el sistema nervioso entérico del tracto gastrointestinal con el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal). Esta conexión significa que la salud del intestino de tu perro puede influir directamente en su comportamiento, estado de ánimo y respuestas emocionales.
El intestino es a menudo llamado el "segundo cerebro" por una buena razón. Alberga un ecosistema complejo de microorganismos conocido como el microbioma intestinal. Estos microbios juegan un papel vital en la digestión, la función inmunológica y, sorprendentemente, en la producción de neurotransmisores como la serotonina, a menudo llamada la "hormona de la felicidad". De hecho, ¡hasta el 90% de la serotonina del cuerpo se produce en el intestino!
Cuando el microbioma intestinal está equilibrado y es diverso, contribuye a un estado emocional estable y tranquilo. Sin embargo, cuando se produce un desequilibrio, una condición llamada disbiosis, puede tener efectos de gran alcance en el comportamiento de tu perro.
El Impacto de la Dieta en el Comportamiento
Una de las influencias más significativas en el microbioma intestinal de un perro es su dieta. Las dietas comerciales para mascotas altamente procesadas, especialmente las croquetas, a menudo están cargadas de rellenos, carbohidratos, conservantes artificiales y aditivos que pueden alterar el delicado equilibrio de las bacterias intestinales.
Estos alimentos pueden llevar a una inflamación crónica de bajo grado en el tracto gastrointestinal, lo que puede desencadenar la liberación de citoquinas inflamatorias. Estas citoquinas pueden cruzar la barrera hematoencefálica e impactar la función cerebral, contribuyendo a problemas de comportamiento como:
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Ansiedad: Un intestino desequilibrado puede exacerbar los sentimientos de ansiedad y estrés en los perros, haciéndolos más reactivos a su entorno.
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Agresión: Algunos estudios han relacionado la disbiosis intestinal con un aumento de la agresión en los perros, potencialmente debido a la incomodidad y la inflamación.
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Miedo y Fobias: La inflamación crónica y las deficiencias nutricionales pueden reducir la resiliencia de un perro, haciéndolo más propenso a desarrollar miedos y fobias.
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Hiperactividad: La mala salud intestinal puede afectar los niveles de energía y la concentración, lo que lleva a un comportamiento hiperactivo e impulsivo.
Cómo Apoyar la Salud Intestinal de Tu Perro para un Mejor Comportamiento
La buena noticia es que, como dueño de una mascota, tienes un poder considerable para influir positivamente en la salud intestinal y el bienestar emocional de tu perro a través de la nutrición. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir:
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Alimenta con Comida Fresca: La mejor manera de nutrir el microbioma de tu perro es proporcionarle una dieta nutricionalmente equilibrada y apropiada para su especie, rica en alimentos frescos e integrales. Esto podría ser una dieta cruda o cocinada suavemente. Si alimentas con croquetas, considera agregar "toppers" de alimentos frescos, como vegetales de hojas verdes, bayas y pequeñas cantidades de carne magra.
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Incorpora Probióticos y Prebióticos: Los probióticos son bacterias beneficiosas que pueden ayudar a restaurar el equilibrio en el intestino. Busca suplementos probióticos de alta calidad específicos para perros o incorpora alimentos ricos en probióticos como kéfir o vegetales fermentados. Los prebióticos, que se encuentran en alimentos como los espárragos y las manzanas, alimentan a las bacterias buenas que ya están en el intestino. De venta aquí
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Evita los Ingredientes Dañinos: Lee atentamente las etiquetas de los alimentos para mascotas. Evita los alimentos con una larga lista de ingredientes irreconocibles, colorantes artificiales, saborizantes y conservantes. Opta por dietas con fuentes de proteínas de alta calidad e ingredientes limitados.
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Minimiza el Estrés: El estrés crónico también puede afectar negativamente la salud intestinal. Asegúrate de que tu perro reciba mucho ejercicio, estimulación mental y rutinas predecibles para ayudar a minimizar los factores estresantes en su vida.
Al centrarte en nutrir el intestino de tu perro, no solo estás mejorando su salud física, sino que también estás sentando las bases para un compañero canino más tranquilo, feliz y emocionalmente equilibrado. La dieta es verdaderamente la piedra angular de la salud, tanto física como mental.
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